la Peste del Baile

La peste del baile de 1518 en Estrasburgo no fue la única, aunque sí una de las “Manías del baile” o “Coreomanía” más famosas de la historia.Un día, una mujer llamada Troffea comenzó a bailar en una de las calles de la ciudad, siete días después ya había más de 34 personas y en un mes más de 400. Pero no creáis que bailaban felices y alegres, la mayoría suplicaban que les detuvieran mientras seguían moviéndose en unos bailes esperpénticos hasta que incluso alguno llegó a fallecer por infartos o derrame cerebral.Se construyó un escenario para que los “danzantes” pudieran estar tranquilos en mitad de la plaza, pero fue incluso peor, ya que mucha más gente se unió. Semanas y semanas estuvieron bailando, volviendo a unirse cada vez que caían desmayados, hasta que en septiembre todo terminó tal como empezó. Sin una razón aparente.Conocido coloquialmente como Danza de San Vito o de Manía de San Juan, se llegó a considerar una especie de maldición que procedía de un santo.No existe un consenso sobre cómo surgían estos fenómenos sociales que ocurrieron varias veces a lo largo de la historia (hay dataciones de hechos parecidos desde el siglo VII hasta el XVII), pero sucedieron y son una de esas grandes curiosidades de la historia. En una epidemia parecida del 1347 en Alemania, trataron a los “enfermos” igual que con la Peste Negra, se les aislaba y encerraba y muchas veces exorcizaban.En otras ocasiones se enviaban músicos, ya que pensaban que podría apaciguar a los danzantes, produciendo un efecto contrario. Sinceramente, no sé que esperaban con estas medidas.Para poder explicar la razón de esos sucesos tan extraños, se han dado varias teorías. Una de ellas se basa en una intoxicación alimentaria derivado de psicoactivos del hongo del cornezuelo, que surgen en los granos de trigo, cebada y centeno y que tiene relación con la ergotamina, de la que seria el ácido lisérgico (LSD).Otra teoría, dada por el historiador John C. Waller, relaciona estos sucesos con momentos de extrema hambruna que pudiera provocar fiebres altas y los movimientos extraños como si estuvieran bailando.Por supuesto, el arte no está fuera de algo tan extraño y podemos encontrar obras de Pieter Brueghel que representan estas extrañas pandemias.

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